lunes, 14 de noviembre de 2011

Parejas (o el complejo de la dinamita)

¿Cuanto dura una pareja? Esta es una de las preguntas que nos solemos hacer. Que si me querrá toda la vida, que si soy su media naranja, que si tendré niños con el/ella. Yo qué sé, esas preguntas que nos hacemos para pensar en el futuro y no en el presente. Porque sí queridos amigos, nosotros somos así. Nos preocupamos de lo que pasará, y no de lo que está pasando. Y es que, ¿acaso tenemos complejo de videntes? ¿Será que tenemos tan metido en la cabeza aquello de "y fueron felices..." que no nos paramos a pensar en que no tiene que ser "fueron" sino "son? 
Pero, a lo que iba. ¿Cuánto puede durar una pareja? Años, meses, semanas, días, minutos. Un sin fin de oportunidades se abren paso en nuestro camino. Y nosotros, como somos así de inteligentes (recochineo mode ON), cuando no funciona, nos aferramos a ese "si es que ya sabía yo que esto no iba a durar mucho", como si nuestra madre nos estuviera diciendo al oído aquello de "si es que ya te lo dije yo cariño, que del amor no se come, que no se come". Hace tiempo que vengo pensando en esto, y después de numerosas conversaciones, me he propuesto hacer una pequeña lista (no pormenorizada) de las explicaciones, argumentaciones, opiniones, y demás, que han pronunciado gente que, como no podía ser de otra manera, pensaba que como lo suyo estaba destinado a fracasar de antemano, no pensaron que era mejor no meterse en camisas de once varas, y prefirieron meterse de lleno en algo que, realmente, no les hacía feliz. Allá vamos. 

1. Es que es tan mono, que es normal que no funcionara: ¿Cuánto se tarda en darse cuenta de que tu pareja es muy guapo? Dos segundos. Tú le ves, te pone más salido que el pico de una plancha, y ya está el lío formado. ¿O qué os creíais? ¿Que esto de la belleza era una cuestión de tiempo y proceso de maquillado? Pero, lo mejor de todo es que, aunque no os lo creáis, cuando alguien es guapo, cuando alguien se fija en vosotros, cuando alguien que está bueno buenísimo, que se fija en vosotros, y vosotros en él, no se trata porque quiera sacar algo de vosotros y después, si te he visto no te acuerdo. ES PORQUE REALMENTE LE GUSTÁIS. Y aunque no os lo creáis, cuando os comportáis como si estuvierais pendientes de un hilo, porque pensáis que os lo van a robar, que vuestra pareja es como un gran caramelo que todo el mundo quiere chupar (sic), ¿de verdad os sorprende que esa persona termine hasta los mismísimos de vuestros celos? Si os gusta alguien, perfecto; si os gusta alguien que os parece una belleza más propia del Renacimiento que del Siglo XXI, también perfecto; pero que lo queráis guardar en un museo como si fuera una estatua, no sólo no es perfecto, sino que, además, sólo conseguiréis una cosa: que huya como si hubiera visto al mismísimo demonio. 

2. Es que, ¿qué pasa si no le gusto?: Lo que pasa es... NADA. Realmente, cuando estamos en pareja, es porque estamos a gusto, porque la persona que tenemos al lado nos aporta ese "algo" que no sabemos describir con detalles: tranquilidad, pasión, conocimiento, conversación. O un conjunto de todas las cosas que os podáis imaginar. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando eso se acaba? Pues me temo que, como todo hijo de vecino, cuando nos han dejado, nos queda cerrar los ojos, respirar profundamente, y seguir caminando. Porque, decidme, ¿acaso necesitamos tener a alguien al lado para seguir viviendo? El truco está en avanzar junto a alguien, si es el caso, no retroceder. 

3. Es que no me escuchaba: Siempre he pensado que la comunicación en una pareja es importante. Yo, sin ir más lejos, hablo con mi pareja, nos contamos cosas, el día a día: lo que nos preocupa, lo que nos alegra, e incluso lo que podemos o queremos hacer en un momento determinado. Pero, en este caso, ¿has probado a decírselo? ¿has intentado hablar con él sobre lo que te pasa? ¿has sentado a tu pareja y le has dicho "quiero hablar contigo de una cosa"? En la mayoría de los casos, cuando escucho "es que no me escuchaba, por eso lo hemos dejado", siempre me hecho a temblar. Porque con todo lo racionales que llegamos a ser, con todas las explicaciones que nos creamos en nuestra mente para darnos razones a la hora de dejar algo, muchas veces no somos ni siquiera capaces de empezar una frase con una interrogación, convirtiendo todo en frases afirmativas. Y no hay nada más peligroso que una frase exclamativa cuando lo que tuviera que haber es una duda. 

Durar, no sé. Lo que sí sé, es que, cuanto más nos proponemos pensar en lo que sucederá de aquí a unos años, más nos dinamitamos nosotros mismos. Pregunto, ¿por qué pensar en si "será el hombre de nuestra vida", cuando es mejor pensar que es "el hombre de nuestro día a día"? Las relaciones son como un camino, a veces tienes un atajo que te permite llegar a un lugar, pero a veces, cosas de la vida, el suelo es tan sumamente escarpado, que tienes casi que coger un piolet y armarte de paciencia. En todos los casos, lo mejor, es aceptar la situación y seguir adelante. Porque, ¿quién te dice a ti, querido, querida, cariño, bonito/a, que los días que sumes con esa persona, no se convertirán en toda una vida? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario