jueves, 16 de diciembre de 2010

Tópicos (o cuando ser gay es un modelo establecido)

A ver, vamos a ir por partes, porque parece ser que hay alguien ahí que todavía no lo ha entendido lo suficiente. Me gustan los hombres, sí, pero que sea gay, marica, maricón, bujarra, maripili, maripolo o como queráis llamarlo, no le da a la gente derecho a prejuzgarme, a tener una idea preconcebida de mí mismo o, de haberlas, de mis relaciones con los demás. Y digo esto, porque en mi vida he tenido que escuchar tantos tópicos, que al final he acabado por crear una especie de máscara del terror cada vez que empiezan a abrir la boca con la preguntita: "Oye, y tú, siendo gay..." y la segunda parte siempre me lleva a pensar en realidades paralelas donde perderme para no tener que seguir escuchando. Así que, oh, os sorprenderéis de verdad, cuál ha sido mi sorpresa cuando yo pensaba que eran los demás, los que no les daban a eso del placer con los hombres, los que no reparaban en soltar los tópicos por la boca. Porque, queridos/as, resulta que somos los mismos integrantes del gremio los que nos esforzamos cada día más por crearnos nuestro propio mito. Y que conste que a mí me gustan los mitos, me parecen adecuados para perseguir un ideal, no sé, llámenme raro, pero a pesar de ser una persona realista, de vez en cuando la vista se me va a las "películas romántico-pastelonas-me va a dar una subida de azúcar que me tendrán que hospitalizar", y me imagino en un mundo donde mi novio me quiere, me respeta, me vuelve a querer, y por qué no, me folla que da gusto. Anyway, el caso es que, la lista de hoy no trata de las relaciones con los hombres, sino de aquellas palabras que salen de la boca y que, segundos después, te dejan con una cara de susto porque, si tú, querido compañero de andanzas, que estás hasta las narices de que te digan que si eres gay tienes que ser de una manera, ¿por qué narices estás pensando que yo soy de una manera determinada?:

1. Si eres gay, ¿te gustará Sexo En Nueva York, no?: Pues sí, me gusta Sexo en Nueva York. Y sí, creo que ha hecho un gran favor por la liberación de las ideas sexuales. Pero que quede clara una cosa, no me gusta Sexo en nueva York porque sea gay, sino porque me parece que está bien hecha. Te lo voy a poner más fácil para que lo entiendas: a mí me gusta Mad Men, me gusta Prison Break, me gustan Los Muertos Vivientes, me gusta The Good Wife, no sé, me gusta la variedad, y si por ser gay me tienen que gustar siempre las historias de mujeres, esto... cómo te lo diría... es que tú vienes de un planeta muy alejado de la Tierra.

2. Los gays tenemos una sensibilidad especial por el diseño: Tiro de archivo porque esta frase no me la dijeron a mí sino a un conocido. ¿Cuál fue la respuesta ante dicha frase, pronunciada por una empleada del INEM a la que había ido para hacer un curso de diseño gráfico? La que sigue: Bonita, yo soy gay porque me gusta comer pollas, no porque tenga una sensibilidad especial por el diseño. La boca de la del INEM fue la misma que la que él utilizaba en su intimidad, y es que al final, ¿veis?, no nos diferenciamos tanto.

3. Es que, nosotros los gays, somos muy promiscuos: Ay, perdona, que yo vivo en un mundo de sexo continuo y no me había enterado. Pues mira, las estadísticas dicen que los gays son iguales de promiscuos que los heterosexuales, que nos podemos acostar con quien queramos y que disfrutamos del sexo lo mejor que podemos. Y te daré otro dato que rebate tu teoría de promiscuidad y condones usados: yo llevo 6 meses sin echar un polvo, y aunque te parezca mentira, no ando subiéndome por las paredes.

4. Que bien conjuntáis los gays la ropa: No he estudiado moda, no es que me interesen especialmente las últimas tendencias (aunque me gusta ir bien vestido). Pero, ¿por qué narices tengo que escuchar que nosotros, los gays, somos expertos en el arte del diseño de moda y derivados? Me gusta la ropa como a cualquiera, y si combino bien los colores, no es porque sea gay, sino porque tengo un poco de gusto (y, lo siento, llevar unos calcetines blancos con zapatos negros, no es tener buen gusto, son ganas de provocar)

5. Es que, los gays nos cuidamos un montón: No voy al gimnasio, no me depilo ni pienso que tengo un pelo que se me está saliendo del recorrido que he marcado con mi maquinilla. Tengo poco pelo en la cabeza, y no tengo pensado (de momento) hacerme injertos para poder lucir mi melena. Creo que en una alimentación responsable y en que los excesos (de todo tipo) no son muy recomendables. Por lo demás, como me vuelvas a decir que como soy gay me cuido una barbaridad y tengo que tener la tableta de chocolate en el abdomen, te convertirás en mi propio sacrificio en el aquelarre de brujas.

Nunca he soportado los prejuicios, llámenme raro, pero es que andar pensando ya de antemano que la gente tiene que ser de una manera, me cansa, me deja exhausto, porque ya implica que cuando conoces a alguien, tienes que hacer el doble de esfuerzo: quitar las ideas que tenías y crear las nuevas. Y como siempre he creído que las primeras citas tienen que ir rodadas, que tienen que darte más ganas de conocer a alguien y no de evitarle a toda costa, seguiré pensando que la persona que tengo delante es un folio en blanco, total, ya se encargará de emborronarlo él solito.

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